“Cuentos completos” de Truman Capote
Conocí la existencia de Truman Capote gracias a la película “A sangre fría”, creo que como muchos europeos de mi edad. La película me impresionó tanto que al enterarme de que estaba basada en un hecho real y de que había una novela escrita, no me faltó tiempo para comprarla y leerla. Me pareció incluso más cruda que la película y el estilo de T. Capote, la manera entre la técnica del reportaje periodístico y la narración descriptiva me cautivó. Era algo diferente a lo que yo había leído hasta entonces.
Posteriormente compré los “Cuentos completos” y entonces me sumergí en su mundo sórdido y desasosegado, esto fue hacia finales de los años ‘70 del siglo pasado. Ahora hace unos dos meses he encontrado, por casualidad, el libro, escondido entre otros en la estantería de mi estudio, me llamó, como siempre hacen los libros conmigo… lo tomé cuidadosamente y me lo llevé a mi cuarto para abrirlo otra vez una noche de Diciembre.
Los temas que trata en sus cuentos podrían fácilmente haber sido empalagosos de no caer en las manos y mente del tipo de escritor y hombre que era T. Capote, me recuerda en el tratamiento de ellos a Chejov.
Hay elementos que se repiten en bastantes de los relatos, yo he percibido los siguientes:
- La amistad entre un niño preadolescente con mujeres mayores que él, solas y con algún defecto físico.
- El paso directo de la niñez del protagonista al estado adulto, sin disfrutar de la adolescencia ni prácticamente de la juventud, son niños “viejos”. Los niños que aparecen son especiales.
- La presencia de mujeres superfluas, caprichosas, insatisfechas pero adaptadas al matrimonio como un mal menor.
- Un ambiente propio de la postguerra, tanto en lo económico como en lo social, representado en varios con la figura destrozada del soldado.
- Diferencia de clases sociales muy marcadas.
- Ambiente sureño perfectamente descrito.
- Personas marginales, amargadas, tristes y resentidas.
- Ambientes opresivos, angustiosos que te acongojan al percibir la descripción perfecta que hace de ellos. De algunas historias estás deseando salir, tal es la fuerza descriptiva de las mismas y de sus personajes.
- Relatos de la navidad, de una navidad en cierto modo dulce, pero distinta, diferente, extraña.
En sus relatos intenta justificar las actitudes de sus protagonistas, nos pone en antecedentes de la tristeza de su vida cotidiana, su infancia atormentada, la guerra, el desamor, complejos reales o inexistentes, etc. De alguna manera está justificando con ello su vida que acabó totalmente destrozada tanto física como psíquicamente.
Hay varios cuentos que me han atrapado, uno de ellos es MIRIAM:
Es un relato gótico. Utiliza palabras y términos directos precisos que aciertan como dardos en una diana.
Las protagonistas son dos o… ¿quizás no es así?, las dos se llaman Miriam. Una es Mrs. H. T. Miller, viuda y de cierta edad, en el primer párrafo del cuento la describe perfectamente tanto física como psicológicamente y nos sitúa en su casa, en su ambiente, con sus cosas y su vida organizada entorno a muy pocos acontecimientos. En pocas pinceladas maestras nos introduce en su rutina.
Mrs. H. T. Miller se encuentra con una niña, Miriam, traída por el aire frío de la noche. Una niña extraña, en su fisonomía, en su forma de vestir, modales y en su lenguaje que produce una sensación rara de “ancianidad” impropio de una criatura de su edad, aproximadamente diez años.
El relato es agobiante obsesivo; la presencia de Miriam en Miriam tortura y se hace incómoda, desagradable. Conforme avanza la historia encuentras matices sorprendentes.
Recomiendo leerlo varias veces, cada vez que lo hago encuentro factores nuevos y si cabe, más tortuosos.
Otros cuentos que me han atrapado son:
- “Las paredes están frías” toda la crudeza de la diferencia de clases.
- “La botella de plata” cuento pleno de imaginación, un niño con fe, con convicción, con magia e inocencia.
- “El halcón decapitado” de los más inquietantes, la relación entre dos personas atormentadas.
- “Cierra la última puerta” la soledad del egoísta.
- “ Un recuerdo navideño “ y “Navidad”
En definitiva, un libro que merece la pena leer, releer y conservar subrayado, trabajado.
Carmen Fabre© 
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