- “Si buscas la perfección, nunca estarás contento” del libro “Anna Karenina” del gran Leo Tolstoy.
- “Ambos estaban pálidos y delgados; pero aquellos rostros pálidos estaban iluminados con el amanecer de un nuevo futuro”. Extraída del libro “Crimen y castigo” de Fiódor Dostoyevski.
- “Qué maravilloso es que nadie necesita un solo momento antes de comenzar a mejorar el mundo” del “Diario de Ana Frank”.
- “Sólo un hombre que ha sentido la máxima desesperación es capaz de sentir la máxima felicidad. Es necesario haber deseado morir para saber lo bueno que es vivir”. Frase sacada del libro “El Conde de Montecristo” de Alexandre Dumas.
- “No sé lo que puede llegar, pero sea lo que sea, iré hacia ello riéndome” de “Moby Dick” de Herman Melville.
- “Las personas mayores nunca pueden comprender algo por sí solas y es muy aburrido para los niños tener que darles una y otra vez explicaciones” del libro “El principito”, por Antoine de Saint-Exupéry.
- “Nada hay que ocupe y ate más al corazón que el amor. Por eso, cuando no dispone de armas para gobernarse, el alma se hunde en la más honda de las ruinas”, extraída de “El nombre de la Rosa” de Umberto Eco.
- “Tiene gracia. No cuenten nunca nada a nadie. En el momento que uno cuenta cualquier cosa, empieza a echar de menos a todo el mundo” del libro “El guardián entre el centeno” de J.D. Salinger.
- “A pesar de ti, de mí y del mundo que se desquebraja, yo te amo” de “Lo que el viento se llevó” de Margareth Mitchell.
- “Es mejor mirar al cielo que vivir allí”, vista en “Desayuno con diamantes” de Truman Capote.
- “No puedo volver al pasado porque entonces era una persona diferente” en “Alicia en el País de las Maravillas” de Lewis Carroll.
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